Opinión. Martes, 05 de Agosto, 2025
La política no debería ser “el arte de lo posible”, sin que antes se haga lo imposible por cumplir la palabra empeñada. No es budista y mucho menos cristiano estar “en misa y repicando”. No se puede defender la vida celebrando la muerte… de las mujeres siempre pobres, en los patios, callejones, en tugurios, cuchitriles y garitos, clinicuchas del demonio.
Debe ser bíblico, aunque lo decía Cabral, “no se puede ser esclavo y menos de dos señores, no se puede amar a Dios al igual que a los traidores”, traidores de la vida, quiero decir, del más mínimo respeto a la vida de las mujeres siempre pobres, ya dije.
Nuestros partidos son líquidos a lo Bauman, toman la forma del poder que cogobierna, una embajada, una catedral, unas élites insaciables. Por eso, y según Serrat, “rompen las promesas, y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer” le ponen a las pobres mujeres pobres, la pistola de Torquemada en la cabeza… y ganan por cansancio.
Nuestra partidocracia y sus líderes, tan pragmáticos ellos, están lanzando al electorado hacia los brazos de cualquiera que les venda un ilusión, una redención, una esperanza, como en 1930 lo hizo el genocida de San Cristóbal, como lo ha hecho el celebrado dictador sin Montesquieu, Bukele, allí en El Pulgarcito de América, o Donal Trump, con su misoginia, sus abusos y sus sentencias… y ganan por cansancio.
Ganan por cansancio y nos regalan, sin prigilio, un Código Penal funerario, repleto de complicidades casi todas, desigual, abusador, machista y medieval. “Pero es un paso de avances”, dicen, era el Código posible”, aseguran… ¡y una M que no es de martes! Olvidan que el gran problema del país nunca ha sido la falta de leyes sino la falta de voluntad política para cumplirlas y hacerlas cumplir, Medio Ambiente, Tránsito o Código laboral, por ejemplo.
Con esta arrabalización institucional, con tantas mafias como “rayos que no cesan”, celebradas e inteligentes mafias que se montan tinglados lubricados jurídicamente para eludir las leyes, los místeres del poder están sembrando polvos (pero de los malos). De ellos vendrán lodos, y con los vientos vendrán las tempestades.
PD. Algo le debería decir a los señores, el hecho de que en todas las encuestas, al preguntar “¿Por quién votaría”?, el PPN, el Partido “Por Ninguno”, es casi siempre el más votado.