Opinión. Viernes, 04 de Julio, 2025
Hoy los estudiantes dominicanos becados en España enfrentan una crisis profunda, duran hasta tres meses sin recibir su manutención, sin apoyo para cubrir gastos básicos como alquiler y alimentación, y sin garantías para continuar sus estudios con tranquilidad y cuando finalmente les pagan, solo les depositan un mes. Sin explicaciones. Sin retroactivos.
Este programa de becas nació con una visión clara abrir puertas a jóvenes talentosos, especialmente aquellos de orígenes humildes, para que puedan prepararse en el extranjero y luego regresar a contribuir al desarrollo del país. Fue una apuesta de Leonel Fernández por la educación como motor de cambio social y oportunidad.
Sin embargo, la realidad actual dista mucho de esa intención. Jóvenes brillantes y valientes están desamparados, luchando contra la incertidumbre y el abandono, mientras el Estado permanece en silencio.
Esto no es solo un problema económico, es una cuestión de dignidad y futuro para nuestra nación.
Por eso, hago un llamado urgente al presidente Luis Abinader, al MESCyT y al Ministerio de la Juventud, escuchen a estos jóvenes, actúen con responsabilidad y no permitan que esta oportunidad se pierda.
Invertir en nuestros becarios es invertir en el futuro de la República Dominicana. No dejemos que esta generación quede olvidada, porque si ellos caen, también cae parte de lo que soñamos como país.