Opinión. Martes, 28 de Mayo de 2024
Luego de los resultados de los pasados procesos electorales, celebrados el domingo 16 de febrero y 19 de mayo, donde fueron electas las autoridades municipales y posteriormente el presidente del próximo gobierno, así como los miembros del Congreso Nacional, la sociedad pide a los lideres políticos nacionales una revisión de sus estructuras partidarias.
En el Partido de la Liberación Dominicana -PLD- ya empezó a darse la tan proclamada reforma institucional, que han pedido los dirigentes más jóvenes de ese partido y diferentes actores de la vida nacional.
El actual presidente y el secretario general de esa organización; Danilo Medina y Charles Mariotti informaron que no buscarán seguir en los cargos que ostentan, en el próximo congreso del partido, algo que ha sido bien vito por la sociedad.
Mientras que en la Fuerza del Pueblo, algunos entienden que ya el líder de ese partido, el expresidente Leonel Fernández, debe ceder el liderazgo de la organización a su hijo, el recién electo senador de la capital, Omar Fernández, pero otros temen a esa posibilidad porque sus intereses se verían afectados, ya que no ocuparían los asientos que ocupan hoy, en una organización dirigida por el leoncito.
En el oficialista Partido Revolucionario Moderno -PRM- desde antes de celebrarse las elecciones, se ha estado hablando de los perfiles que podrían optar por la presidencia en 2028 y aunque el presidente Luis Abinader no está habilitado para reelegirse una vez concluido su gobierno, dentro de cuatro año, aquí cualquier cosa puede pasar. Ya tenemos el precedente de gobernantes que han modificado la Constitución para reelegirse.
Si a la decisión de Medina y Mariotti se suma Leonel, cediendo el mandato de su organización y Abinader no intentando reformar nuestra Carta Magna, esta seria una evidente y completa renuncia a la gloria del poder que da la política.