Opinión. Miercoles, 03 de Septiembre, 2025
Santo Domingo Este es hoy uno de los municipios más poblados y dinámicos de la República Dominicana. Su ubicación estratégica, en la margen oriental del río Ozama y frente al mar Caribe, le confiere un valor histórico y cultural que se remonta a los orígenes mismos de la ciudad de Santo Domingo.
La primera fundación de Santo Domingo se realizó en 1498 por Bartolomé Colón, hermano del almirante Cristóbal Colón. Este asentamiento inicial se estableció precisamente en la ribera oriental del río Ozama, en el espacio donde actualmente se encuentra Santo Domingo Este.
Sin embargo, en 1502, el gobernador Nicolás de Ovando decidió trasladar el asentamiento hacia la ribera occidental del río, debido a las mejores condiciones geográficas y de protección que ofrecía. Ese traslado marcó el inicio de lo que hoy conocemos como la Ciudad Colonial de Santo Domingo, en el Distrito Nacional.
Así, con el paso del tiempo, el territorio quedó dividido en distintas demarcaciones: Santo Domingo Este, Santo Domingo Oeste y el Distrito Nacional. Cada una con su propia identidad, pero con un origen histórico común ligado a la llegada de los europeos al continente.
Mucho antes de la llegada de los conquistadores, este territorio estaba habitado por los taínos. Se sabe que desde el siglo VII los pueblos taínos poblaron estas tierras, organizándose en aldeas, practicando la agricultura y desarrollando una rica cultura marcada por sus creencias espirituales y su relación con la naturaleza.
El descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 cambió radicalmente el destino de la isla. Santo Domingo, al convertirse en el primer asentamiento europeo en el Nuevo Mundo, pasó a ser la sede inicial del gobierno colonial español.
En la zona occidental, que hoy corresponde al Distrito Nacional, se levantaron las primeras instituciones coloniales, como la Catedral Primada de América y el Alcázar de Colón. Ambos monumentos, junto a otras edificaciones, dieron origen a la Ciudad Colonial, declarada siglos más tarde Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Asimismo, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, reconocida como la primera universidad de las Américas, consolidó a Santo Domingo como el centro intelectual y cultural de la época colonial. Esta institución marcó un hito en la historia educativa de todo el continente.
Después de tres siglos de dominio español, la isla experimentó momentos convulsos: ocupaciones intermitentes por parte de Francia y Haití, y luchas constantes por su autonomía. En 1821, se proclamó la independencia efímera, aunque la ocupación haitiana se impuso hasta el 27 de febrero de 1844, fecha que dio origen a la República Dominicana.
Tras la proclamación de independencia, el país atravesó nuevas dificultades y, en un momento de crisis, volvió a colocarse bajo la protección de España, aunque esa etapa también concluyó para dar paso a la afirmación definitiva de la soberanía nacional.
Dentro de Santo Domingo Este, existen hechos históricos de gran relevancia que a menudo se desconocen. Aquí se construyó la primera ermita del territorio dominicano, una muestra temprana del fervor religioso que acompañó el proceso de colonización.
También en Santo Domingo Este se levantó la primera iglesia destinada a personas de origen africano, lo que constituye un testimonio de la presencia afrodescendiente en la vida colonial y del sincretismo cultural que caracteriza a la República Dominicana.
A lo largo de los siglos, Santo Domingo Este ha pasado de ser un punto inicial de fundación colonial a convertirse en un espacio moderno y en constante expansión. Su historia está profundamente ligada a los orígenes de la nación y al desarrollo de la capital dominicana.
Hoy, Santo Domingo Este no solo representa un espacio residencial y comercial de gran importancia, sino que también conserva la memoria de los primeros pasos de la ciudad más antigua del Nuevo Mundo. Sus comunidades se asientan sobre un territorio cargado de simbolismo y herencia cultural.
Recordar y rescatar la historia de Santo Domingo Este es fundamental para entender cómo este municipio se integra en la identidad nacional. Desde la fundación por Bartolomé Colón en 1498, pasando por la presencia taína, africana y europea, hasta la modernidad actual, Santo Domingo Este se erige como un reflejo vivo de la historia dominicana.