Opinión. Viernes, 31 de Mayo de 2024
En una sociedad en constante cambio y con desafíos de seguridad cada vez más complejos, la capacitación y profesionalización de nuestras fuerzas policiales se torna no solo necesaria, sino vital. La reciente culminación del ciclo de capacitación multidisciplinaria por parte de agentes policiales, que tuvo lugar en la Escuela Policial de Hatillo, es un claro ejemplo de este compromiso con la transformación y mejora continua de nuestra Policía Nacional.
El curso, que incluyó módulos de primeros auxilios, defensa personal, técnicas de arresto, comunicación verbal adecuada y el uso correcto de las esposas, no solo dota a nuestros agentes de habilidades esenciales para su labor diaria, sino que también promueve un enfoque humanitario y respetuoso hacia la ciudadanía. Este enfoque es fundamental para fortalecer la confianza entre la comunidad y la institución policial, base indispensable para una convivencia pacífica y armoniosa.
Este esfuerzo de capacitación no habría sido posible sin la colaboración estratégica de la Dirección General de la Policía Nacional, la Dirección Central de Planificación y Desarrollo (DIPLAN), el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI) y la empresa Philip Morris. La unión de estas entidades refleja una sinergia que potencia los recursos y conocimientos necesarios para alcanzar objetivos comunes de seguridad y desarrollo social.
El Proyecto de Seguridad y Convivencia Humana del Barrio Capotillo, dentro del cual se enmarca esta capacitación, representa un modelo a seguir. La idea de utilizar a los agentes capacitados como multiplicadores de los conocimientos adquiridos es un paso acertado hacia la sostenibilidad de estas iniciativas formativas. Al convertir a estos agentes en embajadores del profesionalismo y la ética dentro de sus filas, se asegura una transmisión continua y efectiva de buenas prácticas.
Es importante destacar que en esta capacitación se contó con la participación del destacado instructor dominicano, el profesor Luis Padilla del PROCAMP. Su experiencia y conocimiento aportaron un valor incalculable al proceso formativo, asegurando que los agentes recibieran una instrucción de alta calidad y relevancia práctica.
La transformación de la Policía Nacional no es un proceso que se logre de la noche a la mañana, pero con iniciativas como esta, estamos en el camino correcto hacia una fuerza policial más preparada, ética y cercana a la comunidad que sirve.