Opinión. Domingo, 19 de Octubre, 2025
DIARIO ECO, SDN: En medio de una crisis nacional marcada por el aumento del costo de vida, el desempleo juvenil, la precariedad educativa y la inseguridad, el gobierno anuncia con bombos y platillos el lanzamiento de la “Tarjeta Joven”, un programa que promete entregar RD$2,500 mensuales a jóvenes de escasos recursos.
Más allá del colorido de la tarjeta y del discurso oficial, esta medida no representa un verdadero avance en materia de juventud, sino una estrategia populista que busca maquillar con asistencialismo lo que en realidad es una profunda ausencia de políticas públicas estructurales.
El país no necesita más paliativos temporales que solo calman momentáneamente una necesidad, mientras el sistema continúa reproduciendo desigualdades. Lo que los jóvenes requieren son oportunidades reales: empleos dignos, acceso a educación de calidad, programas de emprendimiento sostenibles y espacios de participación activa en la toma de decisiones.
Resulta evidente que en lugar de invertir en programas transformadores que empoderen a la juventud, se prefiere apostar a medidas simbólicas y mediáticas que generen titulares y simpatías momentáneas. Esta política es una expresión clara de un modelo clientelar que reduce a los jóvenes a simples beneficiarios, cuando deberían ser protagonistas de su propio desarrollo.
La juventud dominicana no necesita una tarjeta: necesita un país que le garantice futuro. Y mientras el gobierno siga privilegiando el populismo sobre las soluciones reales, lo único que avanzará será el desencanto de una generación que merece mucho más que RD$2,500 al mes…
La juventud no necesita limosnas disfrazadas de políticas: necesita un país que crea en su poder para transformar el futuro.