Opinión. Lunes, 27 de Enero de 2025
El Ministerio de Cultura es una de las instituciones del Estado Dominicano que menor asignación presupuestaria anual posee en estos momentos. Esa lamentable realidad ha sido característica en esa institución desde su fundación en el año 2000 hasta el presente.
Cada Ministra o Ministro que asume el cargo sabe que allí sólo podrá pagar la nómina mensual y desarrollar muy pocos proyectos de los programados, o algunos que desee implementar ante los intereses de algunas provincias y regiones del país. A ese hecho también se agregan los eventos internacionales que producto de acuerdos firmados con organismos internacionales el gobierno a través del Ministerio debe llevar a cabo en varios momentos del año.
La comunidad cultural del país conoce plenamente que algunos proyectos emblemáticos de esa dependencia, como La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo, Festival Internacional de Teatro, Los Premios Anuales de Literatura, entre otros, se han materializado por la intervención oportuna de funcionarios del Ministerio ante ejecutivos esenciales de la Presidencia de la República.
Ese importante organismo estatal necesita en estos momentos una nueva o nuevo Ministro, que junto a sus respectivos viceministros y auxiliares, diseñe e implemente una nueva y efectiva metodología de trabajo cultural en toda la geografía nacional, teniendo muy en cuenta que la Diaspora del País, debe estar muy presente en ese nuevo modelo de gestión.
Más del noventa por ciento del sector cultural del país conoce tanto dentro como fuera del gobierno, un conjunto de seres humanos que podrían ocupar el mayor cargo ejecutivo del Ministerio, como también los gestores culturales para los Viceministerios, Directores Generales y Directores Departamentales.
Desde el mes de Diciembre pasado, y durante todo el mes de enero del año en curso, algunos medios de comunicación, redes y plataformas multimedia, analistas culturales, cronistas de espectáculos, políticos y críticos de artes, han sugerido nombres de mujeres y hombres al Señor Presidente de la República Luis Abinader Corona, que podrían desempeñar de manera eficiente una labor valiosa desde el cargo, a su gobierno, y al desarrollo cultural del país.
Aprovechando que todavía el Señor Presidente de la República no ha tomado una decisión al respecto, aprovecho para sugerirle desde mi simple condición de ciudadano vinculado al hecho cultural nacional, que tome en consideración la trayectoria creativa, intelectual, la integridad, y formación profesional de las siguientes personas para dirigir el Ministerio de Cultura en estos momentos, y formar allí un extraordinario equipo de trabajo.
Mis recomendados ante usted, Señor Presidente, son los siguientes: Rafael Peralta Romero, Dagoberto Tejada, Mateo Morrison, Pochi Familia, Amaury Sánchez, Juan Pablo Uribe, Ilonka Nacidit Perdomo, Carlos Andujar, Manuel Nin Matos, Josefina Miniño, Miguel Antonio Jimenez, Veronica Sencion, Pedro Julio Quezada, Julio Cuevas, Ramón Rosario Cocco, Eleuterio Silverio, Roberto Cassa, Joseph Caceres, Etzel Baez, Dario Fernández, Aquiles Julian, Abelino Stanley, Carlos T. Martinez, Emilia Pereira, y Efrain Castillo.
La lista de buenos y dinámicos gestores culturales en el país es amplia y de diversas cualidades.
Difícilmente cabrían en estas y otras líneas mediáticas. Lo importante en estos momentos es que el Señor Presidente de la República cuente con suficientes alternativas sobre el tema, y adopte la más atinada decisión para el desarrollo cultural del País.
El Ministerio de Cultura requiere en estos momentos gerentes activos, dinámicos y entregados tras el bienestar de la cultura nacional y los gestores que la hacen posible en cada rincón del país.
El nuevo equipo de emprendedores del Ministerio de Cultura debe saber que allí hay que trabajar a tiempo completo, sin malquerencias, ni retaliacion.
El Señor Presidente de la República debe evitar nombrar allí personas que sólo persiguen crear una aureola ejecutiva en torno a su persona, pero que en definitiva no hacen aportes tangibles a la cultura dominicana.
El Ministerio requiere una o un gerente con acceso permanente a los distintos gestores culturales del país, sin poses y sin excesivos dispositivos de seguridad y grupos familiares.
El Ministerio de Cultura debe ser el rostro amable, lúdico y creativo del gobierno del presidente Abinader ante cada habitante del país.