Opinión. Domingo, 29 de Diciembre de 2024
Santo Domingo Este, el municipio más grande de la República Dominicana en términos de población, enfrenta un problema crónico con la gestión de los desechos sólidos.
Hasta que este municipio no tenga su propio relleno sanitario, este problema persistirá, afectando tanto la calidad de vida de sus ciudadanos como la imagen del municipio. Actualmente, el destino final de la basura de Santo Domingo Este se encuentra fuera de sus límites territoriales, lo que genera una serie de complicaciones logísticas y económicas.
Este modelo, ineficiente por naturaleza, obliga a los camiones recolectores a recorrer largas distancias para depositar los desechos, lo que incrementa el consumo de combustible y reduce el tiempo disponible para realizar nuevas rutas de recolección.
Un relleno sanitario propio cambiaría drásticamente esta situación. Si los camiones recolectores tuvieran un destino final cercano, podrían operar con mayor frecuencia y eficiencia.
Al disminuir los tiempos de traslado, también se reduciría el desgaste de los vehículos, los costos operativos y la emisión de gases contaminantes. Además, un sistema de gestión local permitiría un mejor control sobre el tratamiento y disposición de los residuos, minimizando su impacto ambiental.
La falta de un relleno sanitario también tiene repercusiones sociales. Las calles y avenidas abarrotadas de basura no solo afectan la estética del municipio, sino que también representan un riesgo para la salud pública.
La acumulación de desechos favorece la proliferación de plagas y enfermedades, agravando los problemas sanitarios de una población ya vulnerable.
Es hora de que las autoridades municipales y nacionales asuman con seriedad esta problemática y trabajen en la implementación de un relleno sanitario en Santo Domingo Este. Esta inversión, aunque significativa, generaría beneficios a largo plazo que superarían con creces los costos iniciales.
No se trata solo de una solución técnica, sino de una medida esencial para garantizar un futuro más limpio, saludable y sostenible para todos los habitantes del municipio.
Debemos unirnos para exigir soluciones reales y duraderas a este problema que afecta nuestra calidad de vida. Solo así podremos construir un Santo Domingo Este digno de sus ciudadanos y de su potencial.