Opinión. Lunes, 06 de Junio de 2022
Por: Jenniffer De Los Santos
Tristeza y dolor ha causado la trágica e inesperada muerte del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, en la República Dominicana.
Hoy el país llora el asesinato de un hombre muy querido y respetado por muchos, quien perdió la vida de varios disparos en su oficina a manos de un amigo de muchos años, identificado como Fausto Miguel Cruz de la Mota.
Con su muerte queda evidenciado que en la confianza está el peligro y la deficiencia que existe en el protocolo de seguridad en las oficinas gubernamentales.
Parece ser que la muerte a final del 2015 del alcalde Juan de los Santos, mejor conocido como Juancito Sport, no dejó ninguna enseñanza.
Se recuerda que Juancito Sport le arrebataron la vida de varios disparos en su despacho de la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU).
¿Por qué permitir que personas, sin distinción alguna, entren con armas de fuego en las instituciones?
Nadie conoce las intenciones de la otra persona. Muchas veces los intereses, la envidia o el egoísmo turban el raciocinio de la gente y lo lleva a cometer actos sin pensar las consecuencias.
La población cuestiona que si eso le pasó a un funcionario del Gobierno ¿A dónde vamos a parar?
Para nadie es un secreto que actualmente la incertidumbre se ha apoderado de la ciudadanía dominicana.