Opinión. Martes, 04 de Febrero de 2025
En un momento en que la militancia de los partidos de oposición piden renovación y la sociedad dominicana evoluciona a un ritmo acelerado en la era de las redes sociales, con su comunicación bidireccional y el incremento exponencial de la desinformación, los partidos políticos deben preparar sus equipos de comunicación con líderes que estén a la altura de los tiempos y tengan la capacidad de decodificar el nuevo lenguaje de la sociedad, además de defender su organización de las artillerías pesadas con las que sus rivales atacan. En esta coyuntura, surge en el imaginario colectivo de quienes desean el renacer del PLD la figura de un director de comunicaciones con el perfil profesional y dinámico de Joselito Feliz, ese destacado comunicador que ha impregnado a la comunicación un estilo moderno.
En este proceso de renovación y de búsqueda del poder, el PLD no necesita un director de comunicaciones anclado en el pasado, que solo pueda exhibir su voz de locutor. Ahora mismo, necesita un director como Joselito Feliz, quien tiene una visión clara de los objetivos del partido y sabe como la comunicación puede ser una herramienta para lograr esos fines. Joselito ha demostrado una gran capacidad para integrar los mensajes del partido con las necesidades y expectativas del electorado. Cuando vemos sus intervenciones, observamos como utiliza narrativas que conectan emocionalmente con la gente.
El PLD no puede darse el lujo de quedarse atrapado en el pasado, necesita una persona como Joselito, quien tiene un profundo entendimiento del contexto político actual, así como de las demandas sociales, económicas y culturales de la nueva generación de electores. La renovación no solo se trata de cambiar la imagen del partido, sino de ajustarlo a los nuevos tiempos, entendiendo las preocupaciones reales de la ciudadanía y su perspectiva de lo que significa la esperanza y el cambio.
En este tiempo de innovación, el director de comunicaciones debe ser hábil en la gestión de crisis, capaz de manejar situaciones complicadas de forma rápida y efectiva, sin perder de vista los valores y principios del partido. Eso solo puede lograrlo un director de comunicaciones que conozca la dinámica de este tiempo y sepa decodificar el lenguaje de esta nueva sociedad.
De los que pudieran aspirar a la dirección de comunicaciones del PLD, Joselito Feliz es el hombre que domina todas las herramientas de comunicación política del siglo XXI, ya que es un conocedor de las herramientas digitales y las redes sociales. El manejo de la comunicación online es de gran importancia en el escenario político actual. Joselito, en la campaña de Luis Alberto, demostró su capacidad para generar contenido atractivo, apreciable y auténtico en plataformas digitales para captar el apoyo de votantes jóvenes y mayoritarios. Luis Alberto hoy no es alcalde por el uso abusivo de los recursos del Estado por parte del gobierno.
Con solo las estrategias tradicionales no se ganan elecciones. El director de comunicaciones debe tener una visión global de la sociedad actual que le permita ser creativo, proponer nuevos formatos y tener la capacidad de hacer llegar el mensaje de manera fresca, innovadora y disruptiva. El más idóneo para esta tarea es Joselito Feliz.
Si el PLD quiere recobrar su posibilidad de volver al poder, debe pensar en un director de comunicaciones como Joselito, quien es un profesional estratégico, creativo, con un profundo entendimiento de la realidad política y social de esta nueva sociedad. Además, Joselito puede combinar el uso de nuevas tecnologías con un enfoque humano, revitalizando la imagen del partido, involucrando a los jóvenes con una comunicación transparente, cercana y efectiva.